martes, 24 de octubre de 2017

Concentración por un convenio de avance


Bajo el lema "Por un convenio de avance", y en convocatoria conjunta de USO, CCOO y UGT, se han llevado a cabo concentraciones en diversas localidades. La asistencia en Madrid se estima que ha sido superior a las 1.000 personas, algo casi insólito en los últimos años, lo que demuestra el hartazgo a que se ha llegado.

Tras la crisis de 2009 los vigilantes de seguridad no solo hemos perdido poder adquisitivo al no revalorizarse las tablas salariales de forma acorde con la marcha de la economía, sino que se nos recortaron pluses (vestuario y transporte) en las pagas extraordinarias, medida que se pactó en principio como transitoria y que a la postre ha quedado consolidada en tablas, no habiéndose alcanzado a recuperar las cantidades de los mismos en la irrisoria subida del plus de vestuario del pasado año, y por supuesto tampoco las que no se percibieron "en ayuda" a las empresas.

Ahora, en tiempos de recuperación económica, las patronales han cambiado de discurso: ya no es que "ganen poco" (que ganan, y mucho), sino que responsabilizan de que sus beneficios no crezcan de la forma en que ellos esperan y quieren a la aparición en el sector de las empresas denominadas "pirata", de las cuales a estas alturas de la película no es necesario dar nombres pero que todos sabemos quiénes son y cuáles son los mayores responsables de su contratación, las Administraciones Públicas. Sobre esa base la mesa de negociación del convenio quedó estancada durante meses en un tira y afloja entre patronal y sindicatos, donde las patronales pretendían recortar derechos sociales y laborales (congelación de la antigüedad, restar porcentaje de la prestación por Incapacidad Laboral Transitoria) en aras a una "mayor productividad" (¿?). Al mismo tiempo la oferta económica irrisoria ha motivado que la parte social no aceptase las condiciones planteadas, llevándonos a esta situación de callejón sin salida donde a través de movilizaciones pretendemos presionar para su desbloqueo.

Así, hoy no solo en Madrid, sino en el resto de España, varios miles de vigilantes hemos exigido no ser quienes con su esfuerzo mantengan el sector como ha sucedido en los últimos años, sino que veamos recompensado el sacrificio económico sin merma de los derechos laborales, que se avance no solo en las negociaciones de un convenio en situación de bloqueo patronal, que únicamente mira por sus intereses sin tener en cuenta lo que perjudica al sector su inacción ante empresas que actúan de forma desleal amparándose en una reforma laboral que prima más los convenios de empresa y los precios "low cost" que la calidad del servicio o las clausulas sociales en la contratación.

Y esto no ha hecho más que empezar, señores empresarios; en sus manos está ofrecer soluciones para evitar nuevas movilizaciones.