No podíamos faltar; el primero de mayo es la fiesta de los trabajadores, y los sindicalistas también lo somos. Y el primero de mayo es nuestro día, son nuestros derechos los que tenemos que defender desde que hoy hace 130 años seis trabajadores de la fábrica de maquinaria agrícola McCormick murieron por pedir la jornada laboral de 8 horas; a estos se sumaron varias decenas de heridos.
La lucha obrera es larga, y se extiende hasta nuestros días. Esta es una jornada de lucha reivindicativa en la que consolidar y acrecentar las mejoras conseguidas, para nuestro propio futuro y el de las generaciones venideras.
A lo largo de estos 130 años de lucha se han conseguido mejoras laborales y sociales; es una lucha unitaria y solidaria, donde los beneficios alcanzan a todos. Por ello, los trabajadores continuamos reclamando el fin de las desigualdades entre los mismos trabajadores, exigimos el fin del desempleo, de los empleos precarios, de la discriminación por cualquier razón tanto en salarios como en promoción laboral. Y la USO no podía, no puede, quedar al margen.
Es una fiesta, sí. Pero una fiesta con carácter reivindicativo y social, donde no nos olvidamos de los compañeros que, en otros lugares del mundo, sufren persecución con gravísimas consecuencias por defender sus derechos, por exigir salarios justos.
Desde la USO pedimos soluciones urgentes para los colectivos en situación de pobreza y exclusión social, el restablecimiento de los derechos que con tanto esfuerzo se obtuvieron y que desparecieron en gran medida con las últimas reformas laborales, y que se aborden planes estratégicos de inversión en los distintos sectores productivos para un crecimiento económico sostenible y que posibilite la generación de empleo de calidad.
Cabecera de la manifestación de la USO en Madrid |
El marco social actual en el seno de la Unión Europea ha empobrecido a los trabajadores españoles con la excusa de recortes presupuestarios para acabar con el déficit público; sabemos que la recuperación económica es un proceso largo, pero no queremos que el esfuerzo recaiga siempre en la clase obrera, mientras que las empresas continúan repartiendo beneficios y obteniendo ventajas fiscales y de cotización a las entidades públicas de prevención social. Se debe recuperar el modelo social europeo mediante un crecimiento económico sostenible, con empleo digno, en el que prevalezcan los derechos fundamentales y la permanente mejora de las condiciones de vida y de trabajo de la ciudadanía.
En primer plano, Antonio Duarte, Secretario de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada |
No queremos que la historia se repita, no queremos retroceder en nuestros derechos; queremos recuperar el poder adquisitivo perdido, que haya futuro laboral para nuestros hijos y nietos, que cuando tengamos la edad legal no haya sido necesario recurrir a planes de previsión de pensiones privados para tener un nivel de vida digno. Y lo queremos para todos los trabajadores. Por eso, en esta fiesta, nuestra fiesta, los trabajadores estaban allí. Y nosotros, los sindicalistas, los primeros.
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